Lean, por favor.

Hoy, voy a dejar aparcado mi diario, para compartir con ustedes otra de mis inquietudes. Habrán más días de "Diario de una viuda enamorada", pero hoy demos paso a la lectura. Desde niña me aficioné a ella, y siempre me ha reportado cosas buenas. Hoy me ha dado por rescatar una de las maravillas de mi biblioteca, "CANCIÓN DE CANCIONES" de María Asunción Mateo y Rafael Alberti. Y, ojeando entre sus hojas, los pelos se me han puesto de punta, pues al azar me he topado con un poema del siglo XVII que, en estos momentos, posee más sentido que nunca... Este poema que hoy quiero compartir aquí, es de Francisco de Quevedo y, dice así:

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera 

sombra que me llevare el blanco día, 

y podrá desatar esta alma mía 

hora a su afán ansioso lisonjera; 

mas no de esotra parte en la ribera, 

dejará la memoria, en donde ardía; 

nadar sabe mi llama la agua fría, 

y perder el respeto a ley severa. 

Alma a quien todo un dios prisión ha sido, 

venas que humor a tanto fuego han dado, 

medulas que han gloriosamente ardido, 

su cuerpo dejará, no su cuidado; 

serán ceniza, mas tendrá sentido; 

polvo serán, mas polvo enamorado. 

Que "casualidades" tiene la vida ¿no? ... Lean, por favor, ya sean poemas, novelas, cuentos, biografías, historias de ficción o basadas en hechos reales, ... lo que prefieran pero, lean, por favor.