jueves, 18 de julio de 2013

Juicios de valor

Hoy me siento reivindicativa... Me ha dado por ahí...

No entiendo cómo puede haber gente que se atreva a hacer juicios de valor sobre la vida de otras personas cuando realmente no sabían cómo era su vida. Da igual que sean familia, "amigos" o conocidos. Si no saben cómo era su día a día, su rutina, sus proyectos, su estado de ánimo, sus miedos, sus ilusiones, sus sueños... si no conocían nada de eso, ni tan siquiera se puede decir que tuvieran un trato fluido, cómo narices se atreven a hacer juicios de valor que afecten negativamente a su persona o a sus seres queridos, su familia, y me refiero a su hogar. Es lógico que surjan preguntas, dudas, pero no deberían de existir opiniones que sentencien o den por hecho cosas que no son ciertas y que ni  tan siquiera tienen la información suficiente cómo para poder hablar al respecto. Si nada de eso conocen, nada sobre eso pueden comentar porque en ese caso da igual los lazos de sangre o la supuesta "amistad", porque eso tendría otro nombre... Ni la sangre ni el haber coincidido alguna vez con alguien en alguna etapa de nuestra vida, nos da derecho a juzgar o a dar por hecho teorías fundadas en la nada. Y encima alguno tiene la desfachatez de comentarlo donde no deben o con quien no deben pero esto, como decimos los isleños, es una isla y siempre encontramos a alguien que conoce a alguien que tú conoces... Comentar sobre la vida de alguien con personas que no pueden darte respuesta, pues desconocen tanto o más los comentarios que haces sobre esa persona, es de poca vergüenza. Hay que saber cómo, dónde y con quién se comentan según que cosas porque determinados temas o no han de salir de las paredes de tu casa o, si sientes la imperiosa necesidad de comentarlo, dirígete a quien tiene la información de primera mano, dirígete a quien conocía a esa persona mejor que nadie, a quién convivía con esa persona, a quien pasaba día y noche a su vera... a quién sólo le basta cerrar los ojos para seguir sintiendo su olor, su piel... a quién podría decirte todas y cada de sus expresiones características... quien hablaba día y noche con esa persona, de su pasado, su presente y su futuro... quien empleó su tiempo en mantener las conversaciones más profundas o simplemente, en observarl@ durante horas... quien servía de apoyo, de brazo donde llorar, o de compañer@ con quién reír... dirígete a aquellos que son capaces de decirte con certeza cómo era esa persona porque tienen las vivencias y confidencias suficientes como para tener, no sé si el derecho pero si la autoridad moral de conocer los entresijos de esa persona... No entiendo a esas personas, no, no las entiendo... Más de uno debería darse un puntito en la boca, pero hay cosas en esta vida que son inevitables... Así que lo mejor en estos casos es tener la conciencia tranquila, eso te da la fuerza para sobrellevar este tipo de conductas... Y, como ya dije en alguna entrada anterior, aprender a respirar...  Si esas personas vinieran a hablar de frente y a la cara... ¡Que me lo digan a la cara! se suele decir, pero no todos se atreven... ¿Por qué será?...

Como diría Manolo Vieira, "¡y el que lo quiera coger que lo coja!". 



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