Diario de una viuda enamorada - Día 10

Hola vida, 

No te extraño más que ayer ni menos que mañana, pues cada día el dolor es el mismo o, quizás, puede que aún mayor. Hoy hubiese sido nuestro día... Mi corazón ya tiene un callo y puede que, por eso, hoy sienta tu ausencia igual que el resto de días. Lo único que hace a este día diferente es que, ahora, ya no lo puedo celebrar...

En memoria del que fue el segundo día más feliz e importante de mi vida (el primero fue cuando te conocí y el tercero cuando tuvimos a nuestra pequeña), te dedico de nuevo, parte de las palabras que te dediqué aquel 25 de septiembre de 2010...

"... te tocó el turno a ti cariño, mi ya marido. Te doy las gracias por tu paciencia, tu amor y tu respeto. Cuando no tenía novio, mi padre me regalaba cada 14 de febrero una flor. Uno de esos años, la flor fue acompañada de una nota que decía: "Hasta que aparezca tu príncipe azul, yo seré el Rey de tu corazón." Hoy más que nunca, puedo decir, con gran alegría, que ese príncipe azul apareció en mi vida hace 6 años. A ti te quiero dar las gracias por tu respeto, por tu fidelidad, por tu comprensión y por tu amor. Me parece mentira que aquel juego de quinceañeras en el que, junto a mis amigas, escribíamos aquellas cualidades que deseábamos tuviese el chico de nuestros sueños, se haya hecho realidad. Uno tras otro, cumples todos los requisitos que escribí en aquel momento: que fuese un chico fiel, trabajador, deportista, que le gustara el campo, y que le encantara el potaje de lentejas de mi madre. Te quiero con locura Adri y mi meta en nuestro matrimonio será avivar el amor que nos tenemos, y mantener el respeto mutuo. Y ¡claro! aprender a hacer el potaje de mi madre, para ver si logro que te comas dos platos seguidos como haces con el de ella. ¡Te amo!"

¡Cuántas imágenes me vienen a la cabeza de ese día, ahora mismo!...

Quien tú y yo sabemos, me ha dicho en varias ocasiones que hay personas que mueren sin tener la suerte de conocer el verdadero amor. Nosotros, al menos, tenemos la dicha de haberlo conocido juntos en vida, y estoy segura que cuando me toque ir a donde ahora estas tú, seguiremos avivando este amor... este amor verdadero...

Te amaré eternamente, pues eras, eres y serás siempre el amor de mi vida...