domingo, 13 de octubre de 2013

Los pequeños placeres de mi nueva vida

Sentarme en la alfombra a jugar con mi pequeña...

Ver la cara de asombro de "mi pitu" con cada cosa nueva que descubre...

Oír a mi madre reír a carcajadas porque nos pase algo absurdo en casa, hasta que le sale su risa de pito y ya yo me quede sin aliento de tanta risa tirada en el suelo...

Llegar del trabajo y ver a mi padre arrastrándose por el suelo con la peque, a pesar de su molesto e insistente dolor en el hombro...

Que vengan "mi bruji" y "mi cuñaito" y nos sentemos en el sofá de la cocina a hablar "de todo un poco", mientras mi cuñaito termina con un pantalón roto...

Que le escriba a "mi bruji" al móvil contándole uno de "mis pensamientos locos" y que ella lo convierta en el más normal de los pensamientos...

Descolgar el teléfono y oír: Bolaxaaa!...

Que mi Sarita siempre me escriba en el momento oportuno y con la frase precisa...

Conservar a mis mejores amigas del cole y recordar juntas que siempre queda algo de lo que fuimos en el patio del colegio...

Comprobar que la magia de las "Idem" sigue existiendo...

Hablar por teléfono con mi "amiga" dejando a un lado nuestras rutinas para ponernos al día...

Soñar que me voy a Nueva York con "mi majorera"...

Estrujar a mi tete lindo cuando me dice alguna palabra o frase nueva...

Tener primos en Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife y La Palma...

Poner a tope la radio del coche y acostumbrarme de nuevo a cantar mientras conduzco...

Hablarle como si aún estuviera aquí...

Cerrar los ojos y que parezca que no se ha ido...

Recordar su olor, su mirada, el tacto de su piel...

Ver que ella sonríe y es su vivo reflejo...

Simplemente, ver que ella sonríe porque le sale natural...

Acostarme cada noche con la conciencia bien tranquila...

...

Que ¿de qué hablo hoy? Pues está claro, de los pequeños placeres de mi nueva vida...


Otro día les cuento alguno más...

1 comentario:

  1. Todavía quedan muchas cosas bonitas en esa vida tuya, hay una que brilla sobre todas las cosas ;o) por ella vale la pena arreglar todos los pantalones del mundo.

    ResponderEliminar