sábado, 5 de octubre de 2013

Sábado, sabadete...

Cada día de la semana tiene su historia. Seguro que todos podríamos aplicarle un adjetivo a cada día de la semana que pudiera resumir lo que significa para nosotros. Muchos puede que coincidiéramos, pero también podrían surgir diferencias curiosas en nuestras percepciones. 

¿Qué me dicen del sábado? Seguro que a la mayoría lo primero que le viene a la cabeza de este día de la semana es ese refrán pícaro que dice: "Sábado, sabadete, camisa nueva y un polvete." (Existe otra versión de ese mismo refrán: "Sábado, sabadete, para echar un casquete."). Por lo general, al sábado se le suele atribuir todo aquello relacionado con la fiesta, las salidas, el "ligoteo",... Aunque no sabría yo decir si estas cualidades que se le suelen otorgar al sábado dependen más de la edad que se tenga o no. ¿Qué opinan?

En mi caso, es cierto que hubo una época en que la llegada del sábado era signo de fiesta, de salir por la noche, de ir a bailar "hasta las tantas" con los amig@s. Sin embargo, ahora, cuando llega el sábado significa que tengo las veinticuatro horas del día para disfrutar de mi pequeña, que tengo tiempo para ver a mis amigos y disfrutar de ellos, de reunirme con la familia y ponernos al día de nuestras cosas, de descansar de la ajetreada semana laboral, de tener tiempo para mí y para mis cosas,...

Lo que si es verdad que no ha cambiado en mis sábados, es la sensación de diversión, aunque esa diversión sea proporcionada por motivos diferentes. Quizás sea eso lo que caracteriza al sábado, el hecho de ser un día que te permite disfrutar al máximo de los tuyos, de la familia, de los amigos. De disfrutar del tiempo libre (para los que no tengan que trabajar el sábado, ¡claro está!). De salir de la rutina, desconectar y disfrutar con las actividades y hobbies que más le plazca a cada uno. 

En mi opinión, eso es lo que caracteriza al sábado: el disfrute, la desconexión, la fiesta, la reunión con los que más quieres... Lo único que cambia a lo largo del tiempo, son las formas de celebrar ese disfrute, esa desconexión, esa reunión con los tuyos. Ya sea con una marcha, con una tarde en el parque o con una cena en casa o en casa de unos amigos, la cuestión es gozar de los que más quieres haciendo lo que más te guste en ese momento. Bien sea bailando, disfrutando de una buena comida o de una buena conversación, lo importante es que llega el disfrute, que llega el sábado, sabadete...


No hay comentarios:

Publicar un comentario